miércoles, 19 de junio de 2019

Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario

Lerner, D. (2001). Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario. Bs Aires: Fondo de Cultura Económica.

RESUMEN

El texto plantea que lo necesario en la escuela es preservar el sentido de la lectura y la escritura como prácticas sociales. La finalidad de esto es “lograr que los alumnos se apropien de ellas y puedan incorporarse a la comunidad de lectores y escritores, para que lleguen a ser ciudadanos de la cultura escrita” (p. 27). Sin embargo, esto es difícil. A continuación se mencionará las razones de ello (lo real) y las formas en que puede solucionarse (lo posible):

lo Real: Lo que sucede, o las dificultades de la escuela para preservar el sentido de prácticas sociales en la lectura y escritura.
Lo posible: “Es hacer el esfuerzo de conciliar las necesidades inherentes a la institución escolar con el propósito educativo de formar lectores y escritores” (p. 32).
1. La escolarización de las prácticas de lectura y escritura

--> Plantea problemas porque ambas son totalidades indisociables, y ofrecen resistencia tanto al análisis como a la programación secuencial. Por tanto, “aparecen como quehaceres aprendidos por participación en las actividades de otros lectores y escritores e implican conocimientos implícitos y privados” (p.28). --> Se desarrollan en una situación comunicativa.
1- Relacionar la enseñanza a prácticas comunicativas

--> “formular como contenidos de la enseñanza no sólo los saberes lingüísticos sino también los quehaceres del lector y del escritor” (p. 32).
2. Los propósitos que se persiguen en la escuela al leer y escribir son diferentes de los que orientan la lectura y la escritura fuera de ella.

--> El problema es que en la escuela se enseña el escribir y leer con una función enseñante: Se enseña  a leer y escribir para aprender a hacerlo, mientras que en la vida social uno escribe y lee con otros propósitos de índole comunicativo.
2. Articular propósitos didácticos con propósitos comunicativos


--> “Es posible articular los propósitos didácticos (...) con propósitos comunicativos
  • Trabajar con proyectos --> contribuye a evitar yuxtaposición de actividades inconexas --> genera compromiso y autonomía en el estudiante.
3. La inevitable distribución de los contenidos en el tiempo puede conducir a parcelar el objeto de enseñanza.

--> Como se ha dicho, las prácticas de lectura y escritura se resisten al parcelamiento y secuencialización.

--> se llega a una paradoja: Si se intenta parcelar las prácticas, resulta imposible preservar su naturaleza y su sentido para el aprendiz; si no se las parcela, es difícil encontrar una distribución de los contenidos que permita enseñarlas”.
3. No parcelar: Hacer uso de la periodicidad


--> Trabajar con proyectos “no es suficiente para instaurar una relación tiempo-saber que tenga en cuenta el tiempo del aprendizaje y preserve el sentido del objeto de enseñanza. Para lograrlo, es necesario articular muchas temporalidades diferentes: actividades que se desarrollan con cierta periodicidad durante un cuatrimestre o un año” (p.35).
4. La necesidad institucional de controlar el aprendizaje lleva a poner en primer plano sólo los aspectos más accesibles a la evaluación.

--> La escuela evalúa lo que enseña para conocer los resultados de lo que se hace, es decir, hay una premisa de control.

Hay, entonces, un conflicto enseñanza/control: “si se pone en primer plano la enseñanza, hay que renunciar a controlarlo todo; si se pone en primer plano el control de los aprendizajes, hay que renunciar a enseñar aspectos esenciales de las prácticas de lectura y escritura.” (p. 31).
4. Dejar el exceso de control:



--> “es posible crear un nuevo equilibrio entre la enseñanza y el control, cuando se reconoce que éste es necesario pero intentando evitar que prevalezca sobre aquélla.” (p. 36) .

--> priorizar la enseñanza y dejar que lean muchos textos aunque no sea posible evaluar la comprensión de todo lo leído. --> hay que darle un lugar a la lectura para sí mismo.
5. La manera en que se distribuyen los derechos y obligaciones entre el maestro y los alumnos determina cuáles son los conocimientos y estrategias que los niños tienen o no tienen oportunidad de ejercer y, por tanto, cuáles podrán o no podrán aprender.

--> Derecho a evaluar (del docente): “Los alumnos tienen muy pocas oportunidades de autocontrolar lo que comprenden al leer y de autocorregir sus escritos. Aprender a hacerlo y conquistar autonomía como lectores y escritores resulta entonces muy difícil.” (p.31).
5. Distribuir los derechos y obligaciones de otra manera:





--> Compartir la función evaluadora :  “Hay que brindar a los alumnos oportunidades de controlar lo que están comprendiendo (...). Hay que delegar (provisoriamente) en los niños la responsabilidad de revisar sus escritos.” (p. 36).

--> esto da nuevos aprendizajes y posibilidades evaluativas--> al bajar la presión del control se hace posible evaluar aprendizajes que antes no tenían lugar.

FOCO:

El conocimiento que presenta el texto resulta particularmente útil en la práctica didáctica, ya que -como profesor en formación- estoy conociendo los aspectos deficientes del sistema escolar chileno, en particular el desafío que implica al eje de escritura. Este, en términos generales, se corresponde bastante bien con las proposiciones de “lo Real”. Así, el texto me dota de cambios factibles a realizar para realmente impulsar un proyecto escritural, o a lo menos de un plano general de acción sobre el que se pueden proponer y negociar en nuestros centros particulares transiciones y cambios para posibilitar el real desarrollo de la escritura.

De ellos, los que veo que tienen más posibilidades de implementarse en una primera instancia son los puntos 1 y 5. El primero porque puede promoverse la participación -y compromiso- del estudiantado con prácticas que se lleven a cabo dentro del mismo colegio, a modo de que circulen diferentes textos frecuentemente y que vean que lo que se escribe tiene una finalidad concreta, con lectores reales. El segundo, por su parte, es particularmente útil porque promueve contenidos actitudinales en los alumnos, les enseña a aplicar criterios en sus propios textos y los de otros, y, nuevamente, es más factible lograr una revisión entre pares que pretender que un docente que tiene a lo menos 100 alumnos en su jornada laboral realice tantas correcciones de manera frecuente.

VALORACIÓN:

El texto resulta muy útil en cuanto ‘aterriza’ la comprensión del proceso de escritura a un aula real, con prácticas concretas llevadas a cabo tanto por el docente como por la institución en que éste ejerce. En este sentido, es un nuevo texto que, junto con aquellos reseñados como este y este, dota de herramientas y prácticas concretas que pueden irse negociando en la práctica pedagógica para volver atractivos y ejecutables los proyectos de escritura.

Sin embargo, las dudas que me quedan sobre lo aplicable de las recomendaciones del texto no giran en torno a las propuestas en sí, sino a si los profesores o los superiores (como jefes de UTP o Administrativos del colegio) estarían dispuestos a aplicar estas medidas, sobre todo en el contexto chileno, donde no hay (aún) una prueba concreta de escritura que le de fondos (subvenciones) o prestigio a los colegios (resultados PSU).

Tic y escritura académica en el trabajo por proyectos.


García Vidal, P., & Martí, A. (2017). Tic y escritura académica en el trabajo por proyectos. Textos. Didáctica de La Lengua y de  La Literatura, 76, 38–42.

RESUMEN:

El texto releva la importancia del saber utilizar TIC como instrumentos de trabajo en la escritura académica, ya que permite considerar las formas lingüísticas desde una perspectiva más funcional. Esto es así porque “permite plantear el uso de la lengua en determinadas situaciones de comunicación y con unos géneros discursivos concretos que requieren la interacción entre los alumnos para coordinarse y decidir los recursos que utilizarán, y tener en cuenta a los receptores del trabajo, ya que se trata de proyectos que presuponen una difusión en red “ (p.39).

La aportación de las TIC sería la incorporación de nuevos géneros que han surgido -que implican nuevas formas de escritura-,  inmediatez en la difusión de las creaciones y un gran público receptor, lo que moviliza mayor esmero en la presentación. Además, favorecen el trabajo colaborativo entre los estudiantes, coordinación y facilidad para compartir; posibilidad la interacción y reflexión.

Sin embargo, pese a las consideraciones positivas, el texto señala que hay un déficit en la formación de TIC, no por desconocimiento de sus funcionamientos sino por falta de experiencia para utilizarlas con finalidad didáctica. Lo que se ha de hacer, entonces, es focalizarse en lo que aprenderá el estudiante y en qué medida el uso de TIC aportará a cumplir ese objetivo.


FOCO DE LECTURA:

El texto es muy útil para la práctica docente, porque, si bien comparte información con otros textos sobre la utilidad del uso de TIC, pone de manifiesto que no siempre es necesario utilizar aplicaciones específicamente creadas para fines pedagógicos En este sentido, la relevancia está en el uso social de las plataformas y en las nuevas competencias que ello moviliza. Creo que ello es fundamentalmente importante en el aula, pues los estudiantes tienen la posibilidad no solo de crear textos sino de participar de la vida social y de tener una alfabetización tecnológica que muchas veces se obvia en el contexto escolar, pero que es de gran relevancia en el mundo de hoy.

VALORACIÓN:

Algo que me pareció muy interesante del texto fue considerar la imagen de los alumnos (en términos de sujeto social, como lo propondría Goffman) y el compromiso que toman frente a la tarea cuando esta se expone, situación que posibilita el uso de TIC. Es fundamental comprender este componente de la ecuación, ya que así como es importante escribir dentro de una situación comunicativa concreta no es menos importante considerar que, en la esfera social en que circulan los textos, los individuos tienen una imagen que cuidar; y no se trata ya sólo de la audiencia o posibles lectores en un contexto dado sino del escritor mismo inscrito en la dinámica social de los discursos.

En este sentido, parece particularmente relevante asociarlo a las consideraciones del proyecto didactext, toda vez que considera distintos niveles en que participa el ejercicio escritural. Así, se pueden crear estrategias para comprometer al estudiante con su tarea en distintos niveles, escribiendo a través de distintas plataformas. Esto puede crear una participación más interesante para el mismo alumno, a la vez que se realiza una movilización más real de las diferentes esferas implicadas en el proceso.




Herramientas digitales para incentivar la escritura en las aula


Fernández-Rufete, A., & Fernández-Rufete, M. (2017). ¡Dispara tu creatividad! Herramientas digitales para incentivar la escritura en las aulas. Textos. Didáctica de La Lengua y de La Literatura, 76, 61–65.

RESUMEN
PROPUESTA DEL TEXTO: “Este artículo presenta una serie de herramientas digitales que facilitan la composición de textos y su planificación, implementando el uso de dispositivos electrónicos con el fin de desarrollar la expresión escrita en entornos digitales” (p. 61)

El texto parte de la premisa de que “la escuela ofrece una visión de la escritura anticuada y desconectada de la realidad. La composición de textos ha de adaptarse a los cambios tecnológicos, implicando nuevas formas de escribir y aprovechando todos aquellos recursos al alcance de la escuela” (p. 62). Así, el uso de TIC es una herramienta que no solo desarrolla la expresión escrita, sino que también enseña a pensar, expresarse y a avivar la creatividad. Además, promueve que el estudiante sea protagonista de su aprendizaje y que comunique ideas por si mismo.

A la hora de escribir textos es fundamental seguir una serie de pasos:

a.                  Planificación: Esta es vital para lograr efectividad en la composición escrita. Está destinada a :
1.      Preescritura: destinada al acopio
2.      generación de ideas
3.      planificación de las mismas
  1. Redacción --> Contempla los múltiples borradores ejecutados
c.                  Revisión y escritura final

Para que estos pasos sean llevados a cabo a través de una instancia motivadora para el estudiante, se puede hacer uso de varias aplicaciones, tales como:

  1. Retos de escritura (writting challenge)
  2. Ideas para escribir
  3. Cartas, historias y dados (se crean historias a partir de imágenes, es parecido al storytelling)
  4. StoryPlanner
  5. Storycreator (multimodal)

Estas aplicaciones pueden usarse en proyectos de escritura y planes para mejora de la misma, principalmente porque motivan el proceso de escritura de manera articulada (planificación / redacción / revisión). Además, permiten una docencia contextualizada y moviliza aprendizajes tanto lingüísticos como digitales; y  moviliza habilidades sociales para el alumnado porque las producciones pueden ser compartidas, evaluadas o realizadas de manera colaborativa.


FOCO DE LECTURA

Como profesora en formación, esto me parece muy contingente debido a lo que noto en mis estudiantes: la mayoría de ellos valora positivamente el “aprender a escribir” que moviliza la asignatura de lengua y literatura, pero en la práctica se aburren cuando hay que hacerlo porque se enfrentan a un papel en blanco (usualmente una guía) que les resulta poco llamativa, la cual tampoco es desarrollada en el contexto de una situación comunicativa concreta ni con un proceso explícito de escritura.

Utilizar nuevas herramientas es muy importante no sólo para superar la  falta de interés de los alumnos hacia este tipo de instancias, sino porque la mayoría de ellos efectivamente tienen acceso a tecnologías que permiten un uso pedagógico. De esta manera, deja de mal mirarse el uso del celular en el aula y en vez de constituirse como un distractor se utiliza eficientemente para los propósitos de clases. Si no puedes vencerlos, úneteles.

Además, es particularmente útil que el texto menciona aplicaciones concretas que puede uno buscar, y no se queda solo en enunciar la idea de lo útil que resultan las TIC para la enseñanza.


VALORACIÓN:

Este es un texto con una finalidad fundamentalmente práctica, pues lo que hace es socializar una serie de aplicaciones que pueden ser utilizadas en aula. En este sentido, es un complementario a la lectura “Tic y escritura académica en el trabajo por proyectos”, pues si por un lado aquel habla sobre las ventajas que entregan las TIC porque la socialización de textos y la escritura colaborativa movilizan -entre otras cosas- mayor compromiso con el proceso de escritura, este por otra parte menciona aplicaciones concretas a utilizar para realizarlo.

Adicionalmente, resulta útil el saber no sólo que hay nuevas tecnologías aplicándose a la práctica pedagógica, sino que pueden ayudar a los docentes en aula cuando no se tiene el suficiente tiempo para explicar los procesos de escritura o moderarlos oportunamente (ya sea por la carga de trabajo del docente, por la cantidad de alumnos y otros factores). Así, si en el texto “Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario” se menciona que una de las necesidades es ‘aflojar’ un poco el control del aula, pero esto produce un poco de resistencia por parte de las instituciones educativas, el uso de estas tecnologías podría ayudar a contribuir al proceso de equilibrio toda vez que ejerce control sobre los estudiantes guiándolos en la seguidilla de ciertos pasos para escribir sin necesariamente ejercer un seguimiento exhaustivo del estudiantado.

Dos modelos explicativos de los procesos de composición escrita

Bereiter, C., & Scardamalia, M. (1992). Dos modelos explicativos de los procesos de composición escrita. Infancia y aprendizaje, 58 (43-64).  



RESUMEN:

En este texto se analizan dos modelos que explican los procesos de escritura dentro de un marco cognitivo: El primero de estos es Decir el conocimiento y el segundo Transformar el conocimiento. Cada uno de ellos está relacionado a un tipo de escritor diferente: uno inmaduro y otro maduro, respectivamente.

El primero de estos modelos es sumamente ‘directo’, pues el escritor novato piensa y dice (o escribe) de manera más o menos consecutiva, o, dicho de otro modo más exacto, “el escritor construye alguna representación de lo que se le ha pedido que escriba, luego, localiza los identificadores del tópico y del género” (Bereiter & Scardamalia, 1992, p. 46). Estos identificadores estimulan la memoria para producir el contenido apropiado, el cual no es mediado por algún proceso de planificación por parte del estudiante, o por intenciones a la hora de decidir lo que será escrito (fuera de la intención misma de realizar la escritura en base a las necesidades del género y del tópico a tratar).  La secuencia completa aparece en este esquema:




En el segundo, en cambio, el proceso mencionado es más bien una secuencia secundaria, pues el esquema   “contiene al anterior como un subproceso, introduciendolo dentro de un proceso complejo de solución de problemas” (p. 46). Esta resolución de problemas se da, por un lado, entre el espacio del problema del contenido  y, por otro, el espacio del problema retórico. Un espacio de problema debe ser entendido como “una entidad abstracta formada por un número de estado de conocimiento y de operaciones, siendo el efecto de las operaciones el de producir movimiento a través de este espacio, desde un estado de conocimiento hacia otro” (Bereiter & Scardamalia, 1992, p. 47)”. El esquema de este modelo se presenta a continuación:




Cabe destacar  que  Transformar el conocimiento  no es una especie de estructura evolucionada de Decir el conocimiento, sino una estructura cognitiva  distinta. De lo anterior se infiere lo complejo que es lograr llevar de una estructura a otra. En la intervención educativa de las autoras se propuso intencionar el cambio estructural  a través de dos intervenciones generales:
A.                La primera introduce  los llamados «ciclos reflexivos » dentro de las rutinas de composición de los estudiantes . “La idea es la de modificar el desarrollo secuencial de Decir el conocimiento haciendo que el alumno re-pienselas decisiones, considere alternativas y dirija su atención hacia aspectos de la tarea de composición distintos de la generación del próximo dato de contenido.” (Bereiter & Scardamalia, 1992, p. 60)
B.                  La segunda, por su parte, “para lograr el cambio estructural se basaba en hacer que los alumnos percibieran sus propios procesos de composición y fueran expuestos a los procesos de composición más maduros”  (Bereiter & Scardamalia, 1992, p. 60). Esto implicó un modelamiento de parte de un adulto que pensaba en voz alta sus decisiones, y también se propuso un andamiaje a través de tarjetas con sugerencias de planificación.

FOCO DE LECTURA:

El conocimiento de las estructuras cognitivas -tratando siempre de una teoría cognitiva que no solo explique un conjunto de hechos aunque no guarden ninguna relación con lo que realmente ocurre en la mente- posibilita la práctica didáctica porque da cuenta de la naturaleza misma de la cognición de quien aprende, por lo que posibilita constructos concretos, eficientes y prácticos a la hora de enseñar.

El conocimiento de lo anterior resulta útil como futuro profesional de la educación porque pone de manifiesto ‘lo que pasa en la cabeza’ de los estudiantes a la hora de escribir, Con ello, también se pone de manifiesto lo que no pasa, por lo cual posibilita poner el foco en estrategias para intencionar estos procesos que los estudiantes no realizan por iniciativa propia y que los mismos profesores dan por sentado.

En este sentido, el texto fundamenta (tácitamente) por qué es menester cambiar en el aula el foco de la escritura como un producto a evaluar (muchas veces de manera rápida y desatenta)  a la escritura como proceso, en tanto la posibilidad de proponer secuencias didácticas específicas para el desarrollo de la nueva estructura es, a nivel cognitivo, lo que realmente ayuda al estudiante a  desarrollar sus habilidades.

VALORACIÓN:

El texto pone de manifiesto la importancia de la planificación, ya que a través de una reflexión metacognitiva sobre el “qué escribo” y “cómo lo escribo” es más probable hacer una transición entre el Decir y el Transformar el conocimiento. Así, tal como los escritores expertos dedican más tiempo a planificar, se evita la escritura impulsiva del escritor novato y es posible intencionar estrategias didácticas que logren que los estudiantes reflexionen sus procesos escriturales y practiquen actividades de los escritores maduros.  En otras palabras, la planificación no sólo permite organizar las ideas, sino que puede ser útil para posibilitar cambios estructurales en la cognición, a modo de que el estudiante esté  cada vez más cerca de ser un escritor experto entendido este último  como su zona de desarrollo próxima (Vygotski) tras las estrategias didácticas concretas que impulsen sus habilidades.

No es menos el pensar, dentro de esta misma lógica, en la importancia de la revisión (constante, tanto en el proceso de la redacción misma como en el paso del borrador al escrito final), pues propone ciclos reflexivos específicos para lo ya escrito y sus posibilidades paradigmáticas, lo que puede ayudar a  los estudiantes a desarrollar habilidades de elección con respecto a lo que escribo y lo que debo quitar en base a intenciones comunicativas concretas, toda vez que se tenga objetivos claros y se inserte la actividad en una situación comunicativa.


lunes, 17 de junio de 2019

La secuencia didáctica como metodología para la enseñanza y el aprendizaje del discurso oral formal

Vilá y Santasusana, M. La secuencia didáctica como metodología para la enseñanza y el aprendizaje del discurso oral formal. En C.B.M. Vilá Santasusana, J. Castellá, A. Cros, M. Gray, y J. Palou (ED), El discurso oral formal. Contenidos de aprendizaje y secuencia didácticas (PP. 117-129) Barcelona: Graó

RESUMEN


Ante la problemática que supone enseñar y aprender el discurso oral formal, Montserrat Vilá i Santasusana, sugiere la secuencia didáctica, como una forma en la cual, los y las estudiantes, pueden trabajar sistemáticamente distintas estrategias que integren, tanto los conceptos y procedimientos pertinentes para llevar a cabo un discurso oral, en una situación de habla determinada, como también, implementen el hábito de reflexionar metadiscursivamente acerca de la construcción del discurso.

Bajo esta premisa, la autora pretende subvertir la corriente que considera la lengua oral, meramente como un medio de producción de otras tareas, instalándola como objeto de aprendizaje en sí misma. Para ello, la secuencia didáctica se constituye como fundamental, en tanto, al docente le es posible desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje, que conforme avance, saque a relucir distintos aspectos que, a través de la observación y el análisis, pueden ser mejorados. Así, en el siguiente cuadro, la autora da cuenta de las características primordiales de las secuencias didácticas:





Por otro lado, Vilá i Santasusana, enfatiza en cómo dentro de este proceso de elaboración del discurso oral, pueden desarrollarse una gran variedad de situaciones interactivas, que, por un lado, son instrumentos de ayuda a la composición y a la comprensión de textos orales y escritos, y por otro, influyen en el aprendizaje de los distintos tipos de discurso y de los elementos que los conforman. Estas instancias interactivas, se dan de diversas formas al interior de las distintas etapas que conforman la columna vertebral de las secuencias didácticas:



FOCO DE LECTURA


El texto es revelador en cuanto establece a detalle, como la secuencia didáctica abarca todos los factores indispensables para que los estudiantes desarrollen lo máximo posible su competencia comunicativa oral en contextos formales. Esto desde la planificación, producción, y reflexión metadiscursiva, todos, elementos interesantes, en tanto, dan cabida a visionar la construcción del discurso oral, no tanto como una composición espontanea y fortuita, sino más bien, como un proyecto sujeto a distintas fases y pilares conceptuales y procedimentales. En este proceso, ha de tener un papel protagónico el docente, puesto que, éste, necesariamente tendrá la tarea de puntualizar que elementos no se están llevando a cabo pulcramente, y, en consecuencia, aplicar estrategias en pos de subvertir la situación. En palabras de la autora, el profesor puede ayudar en “hacer reversible un proceso que sería irreversible” (127).

VALORACIÓN DEL TEXTO

La propuesta de Vilá i Santasusana resulta de gran valor, pues dentro de la elaboración de un discurso oral de corte formal, la secuencia didáctica viene a significar para el estudiante una mayor involucración en su propio proceso de aprendizaje. Claramente, el carácter sistemático de la secuencia didáctica favorece a que el estudiante desarrolle procesos cognitivos que impliquen la observación y el análisis de lo que se está realizando, esto desde una mirada crítica y constructiva. Por tanto, la secuencia didáctica es ejemplo de un tipo de enseñanza que permite trascender a todos los ámbitos de la sociedad; llámese escritura o investigación, la enseñanza en secuencia didáctica, constituye un método a tener en cuenta a propósito de la realidad a la que nos enfrentamos.


domingo, 16 de junio de 2019

Una gramática para profesores


Entrada Bibliográfica: Meneses, A. y otras (2017). Una gramática para profesores. Gramática para profesores: Consideraciones metacognitivas para el aprendizaje. Santiago: Ediciones UC.

RESUMEN:

La enseñanza de la gramática en los colegios, actualmente, se enfoca en que los estudiantes puedan participar de géneros discursivos a través de ella de manera que puedan comprender el mundo, expresarse de manera más amplia y compleja y, por ende, usar la lengua para la socialización y la identificación del individuo en su contexto (p. 21), por lo que se buscan encontrar lo esencial de la gramática académica que se pueda transposicionar en el aula de manera efectiva, es decir, que sea vista por los estudiantes como una herramienta para la comunicación a través de una explicación explícita de los contenidos.
Los estudiantes, al ser usuarios de la lengua, saben intuitivamente si algo es agramatical (aunque no la razón). El docente debe aprovechar lo que los estudiantes saben para rescatar los modelos iniciales y, a partir de ellos, desarrollar la enseñanza y el aprendizaje (p. 23). Para que los docentes sean capaces de hacer lo anteriormente señalado, deben tener un conocimiento profundo de gramática y situarse desde un paradigma que le permita alcanzar este objetivo (p. 28).

PROPUESTA PARA ABORDAR LA GRAMÁTICA DESDE UN PARADIGMA FUNCIONAL DE LA LENGUA:
“Myhill, Jones, Watson y Lines (2016) plantean siete principios para la enseñanza de una gramática funcional y contextualizada:
1) vínculo explícito entre un recurso gramatical y un determinado efecto en la escritura -nuestra propuesta lo amplía a la lectura y a los géneros orales-,
2) explicación de conceptos gramaticales a través de ejemplos,
3) promoción de la discusión metalingüística sobre los recursos gramaticales y sus efectos,
4) uso de ejemplos auténticos extraídos de textos reales,
5) uso de pie forzados y patrones de estructura para ser imitados por los estudiantes con el fin de dar andamiaje,
6) apoyo a los estudiantes para planificar la escritura a través de la elección consciente de recursos lingüísticos y
7) fomento del uso de la lengua a través del juego, la experimentación y la resolución de desafíos” (p. 33).

FOCO:

El texto presenta una propuesta para abordar la gramática desde un paradigma funcional de la lengua además de recalcar que el docente debe tener un buen manejo de los contenidos. Si bien un profesional de la educación debe tener tanto conocimiento didáctico, didáctico de la disciplina y de su disciplina como dominio aparte, en gramática parece ser aún más crucial éste último debido al nivel de explicitación que se requiere tener para la sala de clases.
Por estas dos razones, éste texto resulta beneficioso de consultar a la hora de planificar una secuencia didáctica que tenga que ver sobre la gramática, también si se quiere enseñar gramática de manera transversal a lo largo del año escolar, ya que si bien propone maneras de abordar los contenidos, éstos son más principios a tener en cuenta para una enseñanza desde un paradigma funcional más que un prescripción de cómo proceder y permite contextualización.

VALORACIÓN:

Es altamente importante evidenciar que se necesita un paradigma funcional de la lengua para enseñar contenidos conceptuales en Lengua y Literatura, netamente para que los estudiantes no sientan que estos son conocimientos que jamás aplicarán en su vida, ni presente ni futura, y comiencen a memorizar respuestas. Tanto el texto de Meneses et al. (2017) como el de Zayas (2012) y Barton y Hamilton (2004) denuncian la necesidad que tiene el profesor a la hora de contextualizar el currículum a su sala de clases, el tomar textos que son reales para sus alumnos y trabajar los contenidos a partir de estos. De esta manera se validan las prácticas que los alumnos ya llevan a cabo y se intenciona una motivación futura para ellos; los adolescentes existen ahora como agentes activos de la literatura y la lingüística en distintas plataformas, pero no se toman como tal por la falta de validación con la que se encuentran en los contextos formales en los que deben participar, es decir, las situaciones escolares en su conjunto.